Desde la creación de este mágico deporte siempre han existido acciones que atentan contra la integridad física de los jugadores.
El fútbol es un deporte de contacto, y siempre hay fricciones y acciones que dejan lastimados a los mismos.
Para esto existen los reglamentos que regulan estas acciones, haciendo que las jugadas dentro del rectángulo de juego sean pacíficas.
El problema se suscita cuando ciertos jugadores o equipos juegan al margen del reglamento realizando acciones que dañan al jugador contrario.
Acciones que han quedado para la historia como el famoso cabezazo de un gran jugador como lo es Zidane a un italiano en medio de la final del mundial de Alemania 2006 dejan en claro que estas acciones las puede realizar hasta grandes jugadores como el.
No nos hemos dado cuenta desde que momento el fútbol se ha vuelto un deporte tan violento. Patadas al aire sabiendo que un jugador contrario se acerca, planchazos intencionales para frenar ataques o hasta a veces acciones sin importancia, entre otras situaciones que dejan mucho de que desear sobre el estilo antideportivo que se esta sembrando en muchas ligas.
Antes del mundial muchos jugadores se quedaron sin ir a la cita mundialista, por este tipo de acciones que se dan hasta en amistosos, que de amistosos no tienen mucho.
No mas fijemonos en uno de los grandes de Europa: Bayern Munich el cual tiene a casi medio banco de suplentes lesionados.
Y no solo es el equipo de Pep, en las diversas ligas se pueden evidenciar el mismo denominador común: las lesiones.
Salir al campo de juego se h vuelto en un ring de pelea en el cual el jugador debe cuidarse de cualquier acción que le pueda afectar.
Ahora los entrenadores de los clubes piensan primero en sacar al mejor jugador antes de que lo lesionen. O cuidarlo porque el fin de semana tienen un partido importante.
Hablo de este tema porque me decepciono mucho que en este fin de semana estaba viendo tranquilamente el partido del Paderborn ante el Borussia Dortmund. Todo transcurría con normalidad pero se podía evidenciar la "pierna dura" que usaban los jugadores locales al momento de marcar a un jugador amarillo.
Tanto que en una pelota 'sin complicaciones' Marco Reus termino lesionado, saliendo en camilla.
Todos se preguntaron cual fue la causa ya que no comprendían la naturaleza de la entrada del jugador rival.
Al pasar la repetición de la acción quede sorprendida ante la imagen que se proyectaba: el jugador del Paderborn ni siquiera dirigía sus pies al balón, tenía sus pupos levantados para atacar la pierna del delantero.
El tobillo derecho de Reus se torció completamente. Y lo que mas sorprendió al publico espectante era que el arbitro solo mostró una tarjeta amarilla, que el jugador que cometió la falta no dudo en reclamar.
La acción de Jurgen Klopp ante ver como este jugador tenia el descaro de reclamar fue comprensible.
Esta es solo una pequeña acción ante tantas que suceden cada fin de semana en los diversos estadios del mundo.
La complicidad y misericordia de los árbitros al perdonar este tipo de acciones es impresionante. Ellos son los encargados de velar que el juego se desarrolle con una total armonía por ambos lados, pero permiten que situaciones como estas ocurran con total normalidad.
Se necesitan acciones serias tanto por parte de directivos como de árbitros, ya que estas situaciones atentan contra la integridad física de los jugadores.
Por ahora solo puedo decir Fuerza Marco! Que esta pasando su CUARTA lesión en 5 meses.
Fuerza Marco y Fuerza a todos los jugadores que están pasando por situaciones similares.